Pareado | Son las tres de la tarde, julio, Castilla. El sol no alumbra, que arde, ciega, no brilla. Zorrilla |
Terceto | Fabio, las esperanzas cortesanas Prisiones son do el ambicioso muere Y donde al más astuto nacen canas. Fernández de Andrada |
Cuarteto | Fatiga tanto andar sobre la arena Descorazonadora de un desierto, Tanto vivir en la ciudad de un puerto Si el corazón de barcos no se llena. Miguel Hernández. |
Redondilla | Moza fui, gocé mi edad; Pero cuando vieja fui, Otras gozaron por mí Su hermosura y libertad Lope de Vega |
Serventesio | ¡Madrid! ¡Madrid! ¡Qué bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas! La tierra se desgarra, el cielo truena Tú sonríes con plomo en las entrañas. Antonio Machado |
Cuarteta | Carne de yugo ha nacido, Más humillado que bello, Con el cuello perseguido Por el yugo para el cuello. Miguel Hernández |
Quinteto | Cayó como la piedra en la laguna Con recio golpe en la insondable fosa. Ya no levantará tormenta alguna Su elocuencia vibrando en la tribuna Como el rayo terrible y luminosa. Gaspar Núñez de Arce |
Quintilla | Hojas del árbol caídas, Juguetes del viento son; Las ilusiones perdidas, Ay, son hojas desprendidas Del árbol del corazón. José de Espronceda |
Lira | Acude, corre, vuela, Traspasa la alta sierra, ocupa el llano, No perdones la espuela, No des paz a la mano, Menea fulminando el hierro insano. Fray Luis de León |
Octava real | ¡Oh bella Galatea, más suave que los claveles que tronchó la aurora; blanca más que las plumas de aquel ave que dulce muere y en las aguas mora; igual en pompa al pájaro que, grave, su manto azul de tantos ojos dora cuantas el celestial zafiro estrellas! ¡Oh tú, que en dos incluyes las más bellas! Luis de Góngora |
Soneto | A Dafne ya los brazos le crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían; de áspera corteza se cubrían los tiernos miembros que aun bullendo estaban; los blandos pies en tierra se hincaban y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol, que con lágrimas regaba: -¡Oh, miserable estado! ¡Oh, mal tamaño! ¡Que con llorarla crezca cada día La causa y la razón por que lloraba! Garcilaso de la Vega |
Anáfora | Repetición de una o varias palabras al inicio de los versos o frases | Una caricia oscura, Una caricia lenta En la penumbra verde De los árboles tiembla José Bergamín | |
Hipérbaton | Alteración del orden lógico de los elementos de una frase | De este, pues, formidable de la tierra Bostezo, el melancólico vacío. Luis de Góngora | |
Asíndeton | Supresión de conjunciones | No obstante, me quedé pensativo, hueco, distante. Mia Couto | |
Polisíndeton | Las conjunciones se repiten innecesariamente | Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto Y el terror de haber sido y un futuro terror… Rubén Darío | |
Paralelismo | Repetición de estructuras gramaticales con alguna variación. | Yo vivo en paz con los hombres Y en guerra con mis entrañas Antonio Machado | |
Quiasmo | Repetición de una estructura con el orden invertido. | La libélula vaga de una vaga ilusión. Rubén Darío | |
Enumeración | Acumulación de sustantivos, adjetivos, formas verbales… | Los castillos, ermitas Cortijos y conventos, La vida con la historia, Tan dulces al recuerdo Luis Cernuda | |
Personificación | Atribución de cualidades humanas a seres animados e inanimados. | Cuando estoy en Madrid, Las cucarachas de mi casa protestan porque leo por las noches. Ángel González. | |
Comparación | Relación de semejanza entre dos términos con elementos comparativos expresos. | Salí del agua como un tritón triunfante. Pablo Tusset | |
Metáfora | Relación de semejanza entre el término real y el imaginario. | Su luna de pergamino Preciosa tocando viene Federico García Lorca | |
Antítesis | Contraposición de pensamientos o ideas. | Y es justo en la mentira ser dichoso Quien siempre en la verdad fue desdichado. Juan Boscán |
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